viernes, 22 de diciembre de 2017

Daniel Wylie’s Cosmic Rough Riders nos ofrece guitarras y melodías de ensueño en su “Scenery For Dreamers”

Portada
Si tenemos en cuenta toda su fructífera carrera,  resulta de lógica aplastante esperar que cualquier nuevo trabajo del compositor, guitarrista y cantante escocés Daniel Wylie contenga todos los ingredientes necesarios para entusiasmar a todos sus fans, así como a cualquiera que se sienta atraído por la compenetración melódica y rítmica del mejor pop.  Incluso, podemos apostar que con cada nuevo disco, va a aportarnos no solo más razones con las que admirar su facilidad para crear canciones perfectas sino que además no van a faltarnos múltiples detalles y nuevos matices que redimensionarán su enorme creatividad.  Con estas premisas, “Scenery for Dreamers”, título escogido para su más  reciente álbum, editado por la española You are The Cosmos, no nos defrauda en lo más mínimo e incluso creo que su principal factótum ha conseguido su mejor trabajo hasta el momento. Se trata de un disco emocionante, repleto de canciones que te impresionarán y  que, en esta ocasión, han sido articuladas con arreglos poderosos. Predominan las guitarras hirientes que aportan a la sensibilidad de las melodías la ferocidad y el impulso necesario para que se claven de forma certera y firme en tu alma ya desde la primera escucha.

Trayectoria

Daniel Wylie
Daniel Wylie es de Glasgow  y empezó formando The Thieves con Jim Brady a los teclados, Tom Mcgarrigle al bajo, Stephen Boyd a la batería, y Park Price a la guitarra. Grabaron unos cuantos sencillos desde fimales de los ochenta a principios de los noventa. Los Cosmic Rough Riders fue una banda de Glasgow que se formó en 1998 con Daniel Wylie, voz y guitarra, más Stephen Fleming a la guitarra, a los que se añadieron Gary Cuthbert a la guitarra, James Clifford al bajo, y Mark Brown a la batería. Tal y como se nos cuenta en esta entrevista publicada por el blog Power Pop Action, originalmente era un proyecto en solitario de Wylie y pasó a ser un grupo cuando necesitó hacer presentaciones en directo para intentar conseguir un contrato discográfico. “Desafortunadamente para mí –sigue Daniel- cuando nos vio Alan McGuee quiso ficharnos tal como éramos en directo”.

Danierl Wylie
Empezaron  autoeditándose los discos “Deliverance” (1999) y “Panorama” (2000). Firmaron con el sello Poptones, creado por Alan McGee (exdirector de Creation) y sacaron “Enjoy the Melodic Sunshine” (2000) con temas de los anteriores trabajos.  A partir del año siguiente consiguen un éxito considerable con los temas “Revolution (In The Summertime?)” al que le sigue “The Pain Inside” llegando a disco de platino en el Reino Unido. Ya en 2002 Daniel Wylie decide emprender una carrera en solitario, tras insalvables diferencias con alguno de los componentes de la banda sobre la auténtica autoría y consecuente beneficio de las canciones. Le substituye a la voz principal Stephen Fleming. Con “Pure Escapism” (2002), colección de rarezas y caras B, cierran su primer etapa.
La banda, ya sin Daniel, regresa en junio de 2003 con “Too Close To See Far” y el single “Because You” editado por  Measured Records, con el que obtienen un nuevo éxito, así como con “Justify the Pain”. En 2005 graban con Paco Loco su nuevo trabajo “The Stars Look Different from Down Here” editado en 2006 por Rykodisc.

Contraportada
Por su parte, Daniel Wylie tiene grabados hasta el momento cinco discos en solitario que son “Ramshackle Beauty” (Measure records 2004); “Postcards" (Measured records 2005), con descartes del anterior y algunos temas anteriores al primer disco de Cosmic Rough Riders; “The High Cost Of Happiness” (Neon Tetra 2006), "Car Guitar Star” (Neon Tetra 2008); y “Fake Your Own Death” (Daniel Wyllie records 2010). 

You are the cosmos sacaba en 2015 “Chrome cassettes” a nombre de Daniel Wylie's Cosmic Rough Riders y, más recientemente,  un recopilatorio con el título de “Best Of The Solo Years (2004-2014)” editado en 2016. Un par de álbumes perfectos que nos  mantuvieron entretenidos, satisfechos y emocionados a la espera de este nuevo disco "Scenery For Dreamers" (2017).  Puedes leer más detalles de esos trabajos entrando aquí.

Galleta
Su nuevo disco fue grabado “Scenery for Dreamers” fue grabado por Johnny Smillie en La Chunky Studios de Glasgow. Smillie también se encargó de la producción con Daniel Wylie, así como de mezclarlo y masterizarlo. Colaboraron Stuart Kidd (batería), Steph McKellar (bajo), y de forma puntual los músicos: Neil Sturgeon (guitarra y mandolina), Johnny Smillie (guitarra y arreglos de cuerda); Jim McCullock (guitarra).  La carpeta es de David Wells de Portfolio Graphics y la fotografía de Nicholas Wylie. En la galleta del disco, un homenaje al sello Harvest de EMI. You are the cosmos lo ha sacado en vinilo, con las letras en carpeta interior y el autor en Cd.

Las canciones

Daniel Wylie
El disco se inicia con “Rope (Everybody Lies)” y esas sensacionales guitarras feroces perfiladas con destreza y acompañadas por una impecable sección rítmica con la que se ensalza una melodía apasionante, con sus “papapa” de pop coral estableciendo bloques etéreos de atractivo contenido. No faltan fraseos en segundo plano que culminan las excelencias de esta maravilla de canción con la que se abre una auténtica exhibición de talento a raudales. Continua con “I Hear You Call My Name”, tema que acomete con riffs salvajes envolviendo sonoridades tiernas entre planteamientos rítmicos perfectos. Vuelve a destacar la convincente  voz de Daniel entre múltiples destrezas instrumentales. Crescendos que desembocan en fascinantes estribillos o esos esenciales cambios armónicos constituyen otras de las marcas de registro propio dignas del mejor de los maestros.  A destacar su obsesivo final que se nutre de elementos ácidos. 

Daniel Wylie con Neil Sturgeon

Le sigue “Cold Alaska”, otra sensacional muestra de trenzado rítmico y melódico con ingredientes de primera calidad. Un tema que entusiasma ya desde sus primeros compases con su marcado tempo y su indudable poderío cadencioso. Resulta inmejorable ese cambio, hacia la mitad del tema, que traslada la canción a parámetros más lisérgicos y envolventes para después regresar a los motivos principales con una subida de adrenalina garantizada por la  batería. No falta un buen solo psicodélico de guitarra que ayuda a reestructurar el tema con parámetros ciertamente soberbios. Prosigue el álbum con “A Gravestone Without A Name”, corte en el que se desmenuza un bonito motivo sonoro entre recorridos acústicos de guitarra aportando dosis de melancolía que te encantarán y te invitarán a flotar en la inmensidad de tu imaginación mientras te recordarán la futilidad de la existencia terrenal.  Cierra la cara A “Jingle Jangle Morning”, un auténtico prodigio de canción en la que todo parece estar pensado al más mínimo detalle. Con su extraordinaria voz, esas guitarras portentosas construyendo riffs, acompañamientos, solos y segundas voces, más ese bajo y batería trabando un pausado pero firme deambular, el tema se nos antoja como de lo mejorcito de un álbum que resulta, como podrás darte perfecta cuenta, ciertamente único.  

Daniel Wylie
Abre la cara B “Lucky Find” con su espectacular introducción instrumental en la que guitarras y percusión se combinan para estremecer nuestras neuronas con líneas argumentales sinuosas y ritmos combativos que desembocan en otra exhibición inusitada de fenomenal pop en todo su esplendor. Para suerte, la nuestra al poder escuchar tan descomunal trabajo en el que una tras otra, las canciones nos dejan absolutamente anonados y, a la par, más que satisfechos. A continuación nos ofrece “I Dream About You”, otro motivo de auténtico ensueño en el que los matices altamente sensibles de bajo, guitarra y batería, con voz onírica, se tornan especialmente misteriosos antes de explotar en el colorido del estribillo. Una canción que muestra el excelso abanico de posibilidades que distinguen el universo creativo de este inspiradísimo Daniel Wylie convenientemente respaldado por una banda de, no menos extraordinarios, músicos.    

Daniel Wylie con Neil Sturgeon
Llegamos de este modo a “I Want To Kill You Lover”, otro instante molecular de vocación reservada que pretende recuperar el amor perdido entre guitarras acústicas, voces etéreas, y pacientes desarrollos sonoros que avanzan con perseverancia más una innegable ternura un tanto desesperada por las circunstancias personales que se nos relatan. Con “Full Moon On the River”, su autor regresa a su faceta más incisiva arropando una preciosa melodía, otra más,  de arreglos de powerpop contundentes con un pie puesto en el beat de tradición sixties. El conjunto deriva, de nuevo, resplandeciente, generoso, a momentos más reflexivos que contienen matices lisérgicos. Acaba el álbum con “(Won't You) Just Smile”, un cierre altamente sensible para este trabajo tan sumamente brillante. Daniel recorre los últimos surcos de forma sobrecogedora interpretando una bonita canción con su maravillosa voz ayudado por guitarras acústicas, teclados envolventes, arreglos atmosféricos de cuerda, y una rítmica ciertamente cautivadora con los que lograrás perderte en la inmensidad de la noche oyendo esos tiernos “lalala” finales a modo de despedida.    


Reflexión final

Daniel Wylie
Pese a sustentarse en melodías resplandecientes, las letras del nuevo disco de Daniel Wylie, titulado “Scenery for Dreamers”, son por regla general  melancólicas. Sus historias existenciales, de amor y desamor,  con más o menos suerte vital, nos inspiran ternura recreándose en un estado de ánimo que  ya se refleja en la nocturna carpeta del álbum con esas dos siluetas observando el lago bajo un gran cielo estrellado.  Wylie nos habla de sueños que nunca se hicieron realidad, ilusiones que quedaron atrás, de chicas solitarias, de no desperdiciar el tiempo rezando cuando sabemos que todo el mundo miente porque la verdad duele.  Sin embargo, ese contraste entre lírica y sonido resulta especialmente alentador. Le permite expresar sus emociones con un poder de convicción enorme,  arropando los recuerdos mediante   instrumentaciones luminosas repletas de matices emocionantes. De este modo nos regala un disco pletórico diseñado al milímetro desde sus enormes  guitarras hasta sus intimistas letras tan sensibles.  El paisaje vital que vas a disfrutar es el de un álbum que te reafirmará la levedad del ser con excelentes maneras.  Tal y como se incide en una de sus flamantes canciones, un día de estos todos desapareceremos, pero perdurarán nuestras obras, más o menos grandes, pero muchas de ellas tan imprescindibles como este fantástico álbum dispuesto a colmar los deseos de todo soñador empedernido. 

Nota:  Puedes adquirir una copia del disco en vinilo en la web de You are the Cosmos.

4 comentarios:

  1. Danny should be a household name by now. A genuine talent.

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  2. Feia temps que havia perdut la pista d'aquest home. La veritat és que no conec a fons la seva obra, però tot el que he escoltat d'ell és digne de ser tingut en molta consideració. M'alegra saber que segueix al peu del canó i pel que he pogut llegir al teu article tinc ganes d'escoltar aquest nou disc. Espero poder-m'hi posar en breu!

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    1. Té un gran talent aquest home. Segur que t'encantarà el disc. Gràcies pel comentari.

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