viernes, 23 de diciembre de 2016

Los Little Cobras en su “Fire Monkey” tensan el músculo sonoro con una fuerza tan inaudita como fascinante


Puede que parezca una obviedad sin relevancia, pero creo que si de algo podemos estar especialmente satisfechos los amantes del rock and roll actual, es que las raíces han empezado a dar, otra vez, nuevos frutos y éstos no saben a lo mismo de siempre. Una sensación especialmente reconfortante porque indica, por encima de todo,  que estamos evolucionando, eso sí con respeto y con conocimiento de causa, pero también con ganas de aportar algo diferente mediante motivos y resultados tan enriquecedores como lo que nos ofrecen los Little Cobras en su magnífico álbum “Fire Monkey” (Clifford Records 2016) título inspirado en  el actual Año del Mono de Fuego del Horóscopo Chino. El disco contiene ocho canciones sensacionales, dos de ellas versiones que reinventan con una personalidad arrebatadora los originales, envueltas en una fascinante ambientación selvática obra del artista multidisciplinar Pedro Perles. Se trata de temas  que  van más allá de su imaginario conocido hasta el momento y revuelven los principios de la historia para crear nuevos referentes, igual de sólidos, que te parecerán, sin tapujos que valgan, únicos y llamados a ser tan duraderos como  cualquiera de tus ídolos de cabecera.        
 
Trayectoria 

Little Cobras. Foto: Pablo Bernardo
Los Little Cobras son un trío de rock and roll formado a mediados de la década de los dos mil en el Puerto de Santa María (Cádiz).  Ellos son los hermanos Sergio Rejano (guitarra y voz) y Daniel Rejano (guitarra y voces) más Raúl Rivas (batería). Daniel también era el bajista de la banda Perro Peligro quienes daban su último concierto en 2013. 

En el bandcamp de los Little Cobras puedes oír las canciones que fueron grabadas para dos de sus primeros trabajos: uno de ellos con título homónimo en el que destacan canciones como “I.S.A” y “Shake Down”. Estos dos temas fueron editados en un Split en 2009 con los Hollers por el sello sevillano llamado entonces Monterrey Discos y después Saturno records. Su segundo trabajo lleva por título “Tiger In Your Tank” con ocho temas entre los que se encuentran las cuatro canciones que integran el Ep que Rufus Recordings ha editado en vinilo naranja en el verano de 2012 (+ info). Las canciones son “Shake, shout & Roll” más “Fish fry special” en la cara A; y “Already gone by” más “El Matarife” en la cara B. Ese segundo trabajo también contiene temas cantados en castellano, sin desperdicio alguno, como “Dime lo que buscas” o “No te quiero volver a ver”.  Le siguió un nuevo disco “Songs for Dogs and Planets” (2013) del que puedes leer una crítica también en nuestro blog.   Los temas son originales de la banda menos los temas que cierran tanto la cara A como la cara B y que son, respectivamente, una versión del "Subterranean Homesick Blues" de Bob Dylan; y una adaptación del "Wanted Dead or Alive" de Kim Fowley y M. Cerf.      

Los Little Cobras en el estudio
Su nuevo álbum “Fire Monkey” fue grabado en Hollers Analog Studio por Máximo RB, masterizado en Kadifornia por Mario G. Alberni. Colaboran en el tema “Bubble” Isabel Guerrero  y Victoria Cansino aportando voces. El diseño e ilustración, con esa magnífica ambientación selvática repleta de colorido es de Pedro Perles, amigo del grupo y responsable de sus fabulosas portadas.   



Las canciones 

Little Cobras. Foto: Juan Antonio Gamez
La cara denomiada “Fire”, con su galleta del sol,  se abre con el tema “Cobalt Blues”, extraordinario corte ardiente en el que se entremezclan varios riffs de guitarras envueltas en  fuzz poderoso que desparraman ideas con una eficacia encomiable arropando la aguerrida voz principal. El tempo está marcado con mucha solvencia por una batería persuasiva y salvaje. Los arreglos suman toques de rock años cincuenta con  blues oscuro y un aire siniestro de post-punk. Le sigue “Blessing”, canción recuperada de la primera maqueta que siguen tocando en directo, con una nueva versión deslumbrante de guitarras cortantes, punteos obsesivos, ritmo de una persistencia endiablada, y más detalles sinuosos en forma de segundas voces que enriquecen el resultado final a un nivel fascinante.  Llegamos de este modo al enorme y enigmático blues de  “Barstool Boogie Spree” con sus arreglos absorbentes y esos recorridos instumentales que crecen desde el abismo hasta explotar con un despliegue de matices enloquecedores.  

Little Cobras. Foto: Juan Antonio Gamez
Con “Bubble” se muestran más espectaculares aún si cabe con esas dos baterías, la incorporación de un bajo, los coros femeninos, y un efecto de teclado mediante pedal.  Melódicamente vuelven a anonadarnos y rítmicamente nos convierten en cómplices de esta bacanal sonora. 

La cara llamada “Monkey”, empieza con la canción que da nombre genérico al disco,  toda una explosión de recursos sonoros interpretados con una contundencia y una habilidad única para lograr contagiarnos de esa fuerza portentosa procurada por dos guitarras, una batería y una voz, los tres muy bien compenetrados.  Le sigue la canción instrumental  “Carajillo” construida con suma destreza sobre los preceptos del “garage punk”  adobado con ese contumaz  lenguaje de “surf and roll” llevado al límite. Con “The Butcher”, versión libre del tema de 1969 de Leonard Cohen, la banda reinventa la melodía, imprime ritmo y acrecienta notablemente su valor pasional. Cierra el disco con otra adaptación extraordinaria, en este caso del “Too much paranoia” (1978) de los Devo.  Aquí la aportación de los Little Cobra es genial, aderezan el tema con su modo particular con el propósito conseguido de convertirlo más atractivo rítmicamente al tiempo que conservan la esencia “paranoide” del original.  

Reflexión final 

Little Cobras. Foto de su facebook
“Fire Monkey” tiene tantas cosas especiales a comentar y disfrutar que, a poco que nos fijemos en sus múltiples matices, nos daremos cuenta de que no solo han ido más allá de su, siempre  enriquecedora aportación creativa, sino que además aportan al mundo de rock and roll una forma de entender las melodías y los ritmos inaudita y sumamente cautivadora. En los Little Cobras hay tantos aspectos memorables que incluso resulta  sumamente original su forma de entender las versiones ya que éstas pueden no ser premeditas y surgir por combustión espontánea a raíz de riffs improvisados propios a los que adaptan las letras de las canciones originales. Un proceso sorprendente que configura la elevada sensibilidad y buen criterio de esta banda.  En este nuevo trabajo han potenciado las voces,  han ampliado la instrumentación cuando ha sido preciso, y han perfilado, en resumidas cuentas,  una magnífica obra discográfica que amplia y mejora su proyecto hasta una cota que se nos antoja aún sin techo por muy alto que nos parezca, que lo está.  Los Little Cobras despliegan la sinuosa figura artística con un disco que tensa el músculo;  un álbum esencial, de lo mejorcito de este año con una mezcla arrebatadora de post-punk,  sonidos de los años cincuenta, y ese primitivismo rítmico que les convierte en una banda única e imprescindible.  

Nota: Puedes escuchar el disco en el bandcamp de los Little Cobras y comprar una copia en la web de Clifford Records. Incluye código de descarga. 

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